VIDEO | Un milagro de vida en Semana Santa en el parque principal de Chía



La noche del martes 15 de abril de 2025 transcurría con normalidad en medio del frío característico de la Sabana Centro, en la ciudad de Chía.
Cerca de las 20:15 horas, un hombre vestido de negro caminaba por las inmediaciones de la iglesia Santa Lucía y el restaurante El Cacique, hablando por teléfono celular.
De pronto, interrumpió la llamada con un grito: “¿Qué me pasa?”. Se tomó el pecho con una mano y dejó de hablar. Intentó apoyarse en un poste para no caer, pero sus piernas ya no respondían. Seguía llevándose la mano al pecho cuando un joven llamado Alejandro se acercó para asistirlo y evitar que se desplomara.
En cuestión de segundos, se acercaron dos mujeres y el propietario del restaurante El Cacique. Le ofrecieron agua, le aplicaron alcohol y comenzaron a masajearle las manos para estabilizarlo. Pasaban los minutos y la situación se agravaba: el hombre temblaba, estaba pálido y comenzó a decir incoherencias.
En ese momento llegó el concejal de Chía, Pablo Andrés Castro, quien reconoció al hombre en apuros: se trataba del consultor político, periodista y escritor Carlos Villota Santacruz, director del programa En Primer Plano Sabana Centro de la emisora Luna Estéreo 106.4.
Esa misma tarde había finalizado una nueva emisión del programa, donde entrevistó al abogado Félix Luna sobre la tragedia ocurrida en la discoteca JetSet, en Santo Domingo, República Dominicana. En ese espacio, hablaron precisamente del “milagro de la vida” y de los sobrevivientes.
De vuelta a la escena, el concejal Castro notó la gravedad del cuadro de salud de Carlos Villota Santacruz y no dudó en contactar a la red de salud del municipio, encabezada por la secretaria de Salud, así como al Cuerpo de Bomberos, solicitando una ambulancia con urgencia.
Poco más de diez minutos después, llegó la ambulancia. Villota, con el pecho adolorido, las manos sudorosas y pidiendo agua, fue asistido por dos mujeres que pasaban por el parque principal.
Como testigos del momento estaban el dueño del restaurante El Cacique, de apellido Maestre, y el concejal Castro, quien continuaba haciendo llamadas para acelerar la atención.
El concejal volvió a comunicarse con la secretaria de Salud de Chía para pedir que se le diera prioridad al ingreso de Carlos Villota Santacruz a la Clínica Chía. Esa llamada fue determinante para el desenlace favorable de esta historia marcada por la oración, la solidaridad y el compromiso ciudadano en plena Semana Santa.
Ya en la clínica, se confirmó que el paciente presentaba una angina de pecho severa. Su tensión arterial estaba en 170. El periodista fue estabilizado mientras los médicos intentaban descartar un daño coronario o cerebral. Le realizaron análisis de sangre y una tomografía.
Durante todo el proceso, Villota se aferró a la oración. Colgaba del cuello una cruz y, entre la angustia y la fe, su estado comenzó a estabilizarse. El examen de sangre descartó daño irreversible en el corazón, aunque el episodio fue grave, al límite.
Gracias a la rápida acción de varios ciudadanos y al liderazgo del concejal Pablo Andrés Castro, se logró trasladar rápidamente al paciente y priorizar su atención. Una mínima demora podría haber tenido un desenlace trágico.
En la madrugada del miércoles 16 de abril, Carlos Villota Santacruz fue dado de alta. Más tarde, ese mismo día, condujo nuevamente su programa En Primer Plano Sabana Centro y entrevistó al propio concejal Castro, con quien reflexionó sobre lo vivido, destacando la fe, la familia, la solidaridad y el llamado a hacer el bien tanto en el hogar como en la calle.
Una historia que conmovió a todos los que fueron testigos. Que recuerda lo efímera que puede ser la vida, como canta Juanes, y que deja una certeza: lo ocurrido fue un milagro. Carlos Villota Santacruz está vivo. Y lo relató él mismo, con la emoción de quien fue protagonista, testigo y ciudadano.
El sistema de salud respondió, las personas actuaron con rapidez y compromiso, y el desenlace fue positivo. El reconocimiento se lo lleva Pablo Andrés Castro, quien afirmó: “La vida es servicio, es compartir. Lo logramos con muchas manos ayudando: desde la Secretaría de Salud de Chía, el Cuerpo de Bomberos y la Clínica Chía. Vivamos esta Semana Santa con fe y oración. Los milagros existen. Gracias a los habitantes de nuestro municipio que colaboraron justo en el momento más crítico. La fe y la oración mueven montañas. Salvaron una vida”.