En un intento desesperado por sonar profundo, Petro sacó a relucir su nuevo juguete intelectual: el libro El espíritu de la esperanza (2024) de Byung-Chul Han, un regalo de la canciller Laura Sarabia.

Con aire de sabio iluminado, lanzó una indirecta al ministro de Educación, Daniel Rojas: "Daniel, a usted que le gustan las tesis profundas", dijo, esbozando una risa que dejó ver lo que parecía una mezcla entre ironía y un intento de parecer culto.

Como si fuera un profesor en una clase de filosofía de primer semestre, leyó un fragmento del libro y, tras una pausa dramática, sentenció su gran conclusión: un gobierno progresista necesita construirse sobre la base de un “nosotros”.

Y ahí vino la mejor parte: según Petro, su gabinete es un ejemplo de diversidad porque no todos piensan igual. ¡Vaya revelación!

Lo curioso es que esta repentina afición por el pensamiento profundo llega en medio de una crisis de gobierno, con ministros entrando y saliendo como en un reality show. Pero claro, mientras el país espera respuestas, Petro prefiere jugar al intelectual con frases prestadas.