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Por el aumento de costos

VIDEO | Colombia en crisis por la caída de las reservas de gas

El presidente Gustavo Petro priorizó la lucha contra el cambio climático y, en consecuencia, se negó a conceder licencias para explorar nuevos yacimiento.

Las principales empresas de Colombia se están preparando para un aumento significativo en los costos de la energía en los próximos meses, debido a la disminución de la producción de gas natural que obliga al país a recurrir a costosas importaciones para evitar una escasez. La petrolera estatal Ecopetrol SA está considerando la compra de cargamentos de gas natural licuado en el extranjero, que podrían ser dos o tres veces más caros que los suministros nacionales actuales, según informó Bloomberg.

El presidente Gustavo Petro priorizó la lucha contra el cambio climático y, en consecuencia, se negó a conceder licencias para explorar nuevos yacimientos, a pesar de la reducción de las reservas de gas. Los pozos que se están explorando en el Caribe no entrarán en funcionamiento hasta al menos 2027.

Esta situación amenaza con afectar negativamente la economía colombiana, que el año pasado creció al ritmo más lento desde 1999, excluyendo el período de la pandemia. Además, podría erosionar la rentabilidad de las empresas, ya que el lento crecimiento económico dificulta la transferencia de los mayores costos a los consumidores.

Aunque las reservas de gas han estado disminuyendo durante años, la crisis energética actual representa un desafío adicional para el presidente Petro y sus esfuerzos por transformar el modelo empresarial colombiano. Con muchas de sus reformas estancadas, su gobierno también enfrenta un deterioro en las perspectivas fiscales.

Tomás González, ex ministro de Minas y Energía y actual director del Centro Regional de Estudios Energéticos, advirtió sobre la gravedad de la situación: "Nos vamos a enfrentar a un problema muy grave, muy rápido". Subrayó que no se puede dejar a la industria sin gas natural, ya que esto tendría un impacto enorme en la economía.

Reservas de gas y medidas para evitar el racionamiento

Cuando el suministro de gas es escaso, el gobierno colombiano da prioridad a los hogares, pequeñas empresas y el transporte sobre la industria. Las empresas están buscando formas de enfrentar esta situación. Diego Jaramillo, director de un grupo industrial que representa a los mayores consumidores de energía y gas natural del país, afirmó que sería imprudente intentar subir los precios en el entorno actual.

Las reservas de gas se redujeron al equivalente de 6,1 años de producción a finales de 2023, comparado con los 7,2 años en 2022 y la mitad de lo que eran hace una década. Ecopetrol prevé una brecha del 8 por ciento entre la oferta y la demanda de gas a partir del próximo año, ampliándose a alrededor del 25 por ciento en 2026 y al 30 por ciento en 2027.

Ecopetrol está trabajando para evitar el racionamiento. Su presidente ejecutivo, Ricardo Roa, mencionó que la empresa está reiniciando proyectos suspendidos y se ha asociado con Parex Resources Inc. para la exploración en la zona central del Piedemonte Llanero. También se están enfocando en el norte del departamento del Cesar, cerca de la costa caribeña, donde se han encontrado yacimientos de gas.

David Angel, cofundador de la consultora Energy Transitions SAS, sugirió que el aumento de la producción en yacimientos pequeños puede ayudar a Colombia a ganar tiempo, pero prevé que las importaciones serán necesarias a más tardar en 2026.

Alternativas y desafíos

Una alternativa a corto plazo es aumentar la capacidad del puerto privado de gas natural licuado de Cartagena, conocido como SPEC. Sin embargo, esto requeriría cambios en las infraestructuras y la normativa. También se están considerando importaciones de Venezuela, pero esto depende de la disponibilidad y de la aprobación de exenciones a las sanciones de EE.UU.

El oleoducto que conecta a Colombia con Venezuela lleva años fuera de servicio y requiere reparaciones significativas. Además, debido a la configuración de la red de gasoductos del país, la industria del interior, incluidas Bogotá, Medellín y Cali, corre el mayor riesgo.

Juan Ricardo Ortega, consejero delegado del Grupo Energía Bogotá, destacó la necesidad de aumentar la capacidad de bombeo para que el gas importado pueda llegar al interior del país. Advirtió que no hay claridad sobre el precio o la suficiencia del volumen de gas licuado, que siempre será más caro.

El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, defiende la postura de Petro contra nuevas perforaciones y promueve el desarrollo de energías renovables como la eólica y la solar. Sin embargo, mucho depende de los pozos de aguas profundas, cuya producción aún está por confirmarse.

Diego Jaramillo advirtió que el aumento de los precios podría llevar a algunas empresas a retirarse del mercado colombiano. Ana Fernanda Maiguashca, ex banquera central, destacó la necesidad de una fuente de energía fiable para atraer inversiones.

En resumen, Colombia enfrenta un desafío energético significativo que podría tener un impacto profundo en su economía y en la competitividad de sus empresas, mientras busca equilibrar las demandas ambientales con las necesidades de desarrollo energético.

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