Pero esto no es nuevo. Ya en 2021, circulaban dudas sobre la veracidad de sus estudios, y La Silla Vacía confirmó que, aunque asistió a clases y aprobó materias, nunca cumplió con el requisito fundamental: la tesis.

Lo más gracioso es que, en su propio blog, Petro intentó justificar su decisión diciendo que "no le interesaban los títulos, sino el conocimiento". Claro, porque ¿quién necesita un diploma cuando puedes simplemente autodenominarte experto en todo?

Y si la excusa de "no tuve tiempo" ya es bochornosa, la segunda es aún mejor: en la Universidad Javeriana le pedían investigar un tema específico, pero él quería hacer otra cosa. Como un niño caprichoso, si no se hacía lo que él quería, entonces no jugaba.

Lo cierto es que, con o sin títulos, Petro siempre encuentra la manera de disfrazar sus carencias con un discurso rimbombante. Lo que queda claro es que en Colombia tenemos un presidente que, en lugar de dar el ejemplo con la educación, prefiere hacer gala de su mediocridad con frases como "yo tampoco presenté mi tesis". Un verdadero campeón del autoengaño.