Por Carlos Villota Santacruz (*), especial para NOVA
En la pasada campaña del año 2023 los candidatos a la Alcaldía y Concejos en la Sabana Centro en Colombia anunciaron su voto negativo a la región metropolitana. Hoy, 7 meses después la promesa de campaña de defender la autonomía de los municipios como Chía, Cota, Tabio y Cajica es cosa del pasado.
Este hecho político demuestra que el escenario de campaña es muy diferente a la hora de gobernar o trabajar desde los Concejos. "Es clave para entender el impacto de la región metropolitana, abrir mesas técnicas con la participación de los ciudadanos desde los empresarios, estudiantes, pensionados y comunales", sostienen los habitantes de Chía y Cota.
De entrada, la nueva figura de integración territorial entre Bogotá y la Sabana Centro es de alto impacto. Requiere educación, pedagogía y socialización.
El alcalde de Chía, Leonardo Donoso, dijo en campaña, en un debate de candidatos en la Universidad de la Sabana: "No a la región metropolitana”. En la tercera semana del mes de mayo de 2024, dice “sí, a la región metropolitana".
En su estudio y debate en el Concejo de Chía, la iniciativa necesita de 5 votos positivos. En el aspecto jurídico y legal la puesta en marcha de la región metropolitana en Colombia, adolece de multiplicidad de vacíos.
Desde los pasillos del Congreso de la República, las calles de las ciudades de Cota y Tabio se advierte que detrás de la región metropolitana está ProBogota.
En ese contexto, llegó la hora de escuchar a los ciudadanos, a los empresarios. A los hombres y mujeres comunales alrededor de la iniciativa que comenzará a ser estudiada y debatida a partir del 1 de junio de 2024 por el Concejo de Chía.
Las palabras epicentro de la discusión en adelante serán: área y región metropolitanas.
Las decisiones las tomarían a futuro sobre la movilidad, la economía y seguridad de los municipios de la Sabana Centro desde la Alcaldía de Bogotá, la Gobernación de Cundinamarca y la Corporación Autónoma Regional CAR.
¿A qué costó? ¿A perder la autonomía? El impuesto predial no se pagaría a la ciudad de Chía sino a Bogotá. Es la ventana de ingreso de Transmilenio a la "Ciudad de la Luna".
¿Puede Bogotá, y; está en capacidad de garantiza la calidad de vida de los habitantes de la Sabana Centro? ¿Qué pasará el uso del agua en medio de racionamiento?
El debate está abierto en aire y tierra, en redes sociales y el territorio.
(*) Internacionalista, experto en marketing político, marketing de ciudad, periodista. Escritor. Coautor de los libros “Gobierne bien y hágalo saber” y “Los Estadios de la Paz en Colombia”.
