Cuando comienzo una terapia de sicología sistémica, la primer pregunta que me hago es: ¿Qué necesita está persona de mí?

La segunda pregunta que elevo al aire y aterrizó en una hoja en blanco es, ¿Cómo descubrir su ADN?

Más adelante me interrogo cómo gestiono la diversidad que se esa persona -ahora mi paciente- enfrenta a diario en una sociedad violenta y conflictiva. ¿Con hiperinflación informativa?

La cuarta pregunta es administrar su ego. Saben, todas las personas tenemos el ego interior. Un tema de salud mental que nos pueden llevar al abismo.

El ego es como cada persona como se percibe. En otras palabras, todos necesitamos ser escuchados. Un escenario, donde aparece nuestra experiencia como profesional de la sociología sistema con el paciente.

En muchas ocasiones en la vida, nos negamos a escucharnos a nosotros mismos. Todo desde el "Yo interior", a través de interrogantes para encontrar las respuestas.

Todos tenemos una tecla que debemos tocar para que todo fluya. Somos energía. La energía se transforma. Si, partimos de la frustración y el fracaso, preparo al paciente para que fluya la esperanza.

Es un desafío como ingrediente principal. En cada estadio de la vida de cada persona hay batallas que se ganan. Sin embargo, hay guerras que se deben superar desde la paciencia, la tolerancia y el diálogo.

Ser colombianos, brasileños, argentinos, alemanes o franceses nos dignifica. Si, todas las personas nos colocamos la camiseta del país. Construimos puentes. Germinará una esperanza más allá de una generación.

Será entonces, cuando la salud mental tendrá más luz. Una luz pública y privada para cualquier amenaza que aparezca en el horizonte. Incluso nuestros propios miedos.

La palabra clave: construir esperanza desde el "Yo interior", en un proceso de evolución que emergerá como un tsunami de motivación.

Un abrazo desde el corazón.

(*) Experta en psicología sistémica, publicista, escritora. Premio Líder del siglo XX por la Revista Estado & Política.