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A 44 días de su asunción

Crisis en Reino Unido: renunció la primera ministra británica, Liz Truss

Su corto Gobierno estuvo marcado por la crisis política y económica.

La primera ministra británica, Liz Truss, anunció este jueves la renuncia a su cargo, a poco más de seis semanas de que asumió su cargo, algo que quedó marcado como la menor cantidad de tiempo en la historia del país. Esos 44 días estuvieron marcados por el caos político y económico que la rodeaba, catalizado por la oposición a un plan económico ultraliberal.

Liz Truss asumió como primera ministra tan solo dos días antes de la muerte de la reina Isabel II. Cuando apenas habían terminado sus funerales anunció un plan de corte neoliberal de reducción masiva de impuesto a los ricos, que generó un cimbronazo en la economía doméstica y mundial en el marco de una alta inflación y perspectivas de bajo crecimiento y recesión.

La baja histórica de la libra y de los bonos británicos generaron un pánico que, junto a la presión de su propio partido Conservador, terminaron por liquidar el plan de Truss, que el viernes pasado no solo se deshizo de su ministro de Finanzas, sino que anunció que no haría ningún recorte impositivo. Por el contrario, anunció un aumento del impuesto a las sociedades.

Aún así, muchos consideraron que la respuesta de Truss llegó tarde y mal, al punto que tras su ministro de Finanzas, Truss se tuvo que deshacer este miércoles de su ministra del interior, quedando en la cuerda floja.

La crisis y finalmente caída de Truss, no es más que un capítulo, el último, de la crisis política y orgánica que el Reino Unido arrastra hace tiempo y en particular desde el Brexit.

“No puedo cumplir con el mandato para el cuál me eligió el Partido Conservador”, dijo Truss en una breve declaración fuera de Downing Street. Dijo también que permanecerá en el cargo hasta que se elija un sucesor, algo que se prevé sucederá dentro de la próxima semana.

Su salida genera nuevos daños al Partido Conservador, que ya se encuentra treinta puntos por detrás del Partido Laborista en las encuestas de opinión tras más de doce años en el gobierno.

La semana pasada, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, ya había aprovechado la situación para decir que Truss "ha colapsado la economía", conociendo esta diferencia en las encuestas a su favor y en contra de los conservadores.

Los Tories (conservadores) se encuentran en una profunda crisis y vienen de una seguidilla de desastres, siendo Truss el último y más débil eslabón de todos, al haber sido elegida por una votación interna de los afiliados conservadores.

Su sucesor será el quinto primer ministro en menos de siete años desde el Brexit, cuyo referéndum tuvo lugar en 2016 y derivó en un período de caos sin precedentes en la política británica.

Esta profunda crisis tiene lugar en medio de una oleada de huelgas obreras, que no se veía desde hace décadas. Ante una inflación histórica, que supera los dos dígitos, y aumentos en las tarifas de los servicios, los trabajadores de ramas estratégicas como los del transporte, portuarios, logística, salud, etcétera, han estado realizando huelgas por aumentos de salario que le ganen a la inflación.

Este actor social ya irrumpió en la realidad política y social, y puede dar lugar a un nuevo "invierno del descontento" que haga escuchar los reclamos de los trabajadores y los sectores populares en medio de la crisis, una crisis que acaba de terminar con la última primera ministra en tan solo unas semanas en el cargo.

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