Moreno contó que se enteró de lo ocurrido cuando la madre del joven le avisó que estaba siendo trasladado al hospital de Chapinero. “Yo llegué a eso de las 4:00 a. m. y a él lo estaban estabilizando”, recordó. Sin embargo, lo más devastador fue ver las grabaciones de la agresión, difundidas en redes sociales: “Ahí se acaba de destrozar el alma. Primero se destroza con la pérdida y luego cuando uno ve el horror y el desprecio por la vida de otro”.

También relató el impacto que le causaron las audiencias contra los implicados, quienes no aceptaron cargos: “Dicen que no son culpables cuando la evidencia, las grabaciones y los hechos muestran que tuvieron toda la intención de hacerlo”.

El padre aseguró que cada noche siente el peso irreversible de la ausencia de su hijo y recordó la promesa que le hizo a su hijo menor: “Siempre iba a tenerlo a su lado”. Sobre el carácter de Jaime Esteban, lo describió como un joven introvertido, con una sensibilidad especial: “Hablaba con un par de ojos hermosos que suplían la necesidad de expresarse verbalmente. Todavía no me acostumbro a hablar de él en pasado”.

El padre también agradeció a los policías que atendieron al joven tras el ataque: “El solo hecho de no haberlo dejado morir en un andén, de llevarlo al centro asistencial y coordinar la búsqueda de los agresores, me hace creer más en nuestras instituciones”.

Sobre la sevicia de los presuntos responsables, dijo: “Cuando uno ve la cara de satisfacción de haber matado a alguien, cuando uno entiende que fueron detenidos charlando, o que alguien es capaz de decirle que se vaya y luego atacarlo por la espalda, se siente que la vida se le va”.