“Esa es mi apuesta y hace tarea me comprometo adelantar sin descanso desde la Cámara de representantes”, señaló Rafa Escrucería poco antes de iniciar una gira por la zona urbana y rural de San Juan de Pasto el pasado 20 de enero.

NOVA conversó con el ex concejal de Bogotá y candidato en las elecciones del 11 de marzo, en representación del partido liberal.

— ¿Qué retos y que oportunidades tienen los jóvenes del departamento desde la óptica del partido liberal, donde usted es uno de los líderes de una nueva generación?

— Gracias por la pregunta. Mire usted, el partido liberal es un partido con historia. La colectividad de las grandes trasformaciones sociales en el país. En mi sentir, hoy el Estado ha sido incapaz de dar justa satisfacción a las necesidades básicas de las personas lo que se socavando, la dignidad humana, que no es otra cosa que la posibilidad de elegir entre diferentes opciones vitales; es evidente que sin igualdad, sin derechos sociales asegurados de forma efectiva, no hay posibilidad de ejercicio de las restantes libertades. En el caso del departamento de Nariño, como departamento y como región, nosotros como sus habitantes no podemos tolerar esa vergüenza, esa iniquidad, ese cúmulo de actos inmorales que conforman el clima de abyecta corrupción que nos invade.

— Si lo interpretamos bien, ¿Lo que usted propone es una reingenieria del departamento como ente territorial, bajo los principios del partido liberal, donde los jóvenes sean protagonistas en una especie de laboratorio de cultura política?

- Para Rafa Escrucería la prioridad es fortalecer la educación para y con los jóvenes del departamento de Nariño, con ellos me propongo construir una agenda legislativa orientada a construir e un Plan de Emergencia Social, en el que, entre otras cosas, se promueva dotar a la región de Bibliotecas Públicas. También, este proyecto será complementado con el aumento del 2% del Presupuesto los créditos destinados a cubrir las necesidades básicas de la población. La idea es la defensa de los derechos y la calidad de vida de los jóvenes. En una palabra es visibilizar sus derechos a la luz de la Constitución de 1991 No de compasión. Ni de caridad. Ni de donaciones gratuitas. Son derechos, de igualdad. En una sociedad de trabajo escaso, mal repartido y peor remunerado, hay que plantearse la necesidad de liderar el proceso hacia una renta básica, hacia una cobertura universal de las necesidades de la ciudadanía y en particular de los jóvenes. La meta es generar empleo rehabilitando una educación diferenciada –costa y sierra- bajo criterios de eficiencia, calidad y renovación de los barrios, bajo un concepto de un nuevo ejercicio de ciudad y ciudadanía, donde los jóvenes jugarán un papel fundamental.

— En Nariño, los jóvenes en un 37 por ciento, una vez concluyen sus estudios secundarios siguen su vida en otras regiones del país. Las estadísticas demuestran que no vuelven. No retornan. ¿Qué formula tiene usted para corregir esta situación al interior de miles de familias nariñenses?

- Desde la Cámara de Representantes impulsaremos una agenda legislativa a ravés de proyectos de ley que construyan políticas públicas para los jóvenes, para la juventud más abandonada y mejor formada pero con peor presente desde hace muchos años, y para la infancia mediando su implicación activa como sujetos de derecho, así como políticas transversales de igualdad de género. Me propongo con mi equipo de trabajo –de la costa y de la sierra- reconstruir el tejido empresarial autónomo y la exportación de las empresas locales, apoyar la economía social y favorecer el comercio en la zona de frontera colombo-ecuatoriana, donde el mar –océano pacifico- no sea un obstáculo sino un puente para que Colombia alcance el mercado asiático desde el departamento de Nariño. En ese estadio, se requiere de los jóvenes...de sus ganas. De su capacidad de crear e interpretar la vida local y regional. Para lograrlo hay que formarlos con una educación más allá de las aulas de clase.

— La gran preocupación de los jóvenes, es como conseguir empleo. ¿Cómo demostrar que si pueden? ¿Qué hacer al respeto en un reto que no solo es del partido liberal sino del Estado?

- Como representante por el departamento de Nariño levantará mi voz frente al Gobierno colombiano y la comunidad internacional con la bandera de generar políticas de empleo digno y de calidad, alejadas de los criterios de precariedad que se vienen sucediendo, en las que tener trabajo es compatible con ser muy pobre. Vamos a implementar un nuevo modelo de desarrollo social y económico para Nariño bajo el slogan Nariño activo. Bajo esta figura dinamizaremos la económica de la ciudad, así como la creación e impulso de viveros de empresas. Debemos tener como objetivo la consolidación del empleo público, para lo cual es necesario que se lleve a cabo la convocatoria de las plazas de la oferta pública de empleo. Adicionalmente, que se produzca a la elaboración de una nueva oferta para los próximos años.

Pondremos en marcha líneas de crédito subvencionadas para aquellos jóvenes que habiendo tenido que emigrar durante la crisis que quieran regresar a través de la fórmula del autoempleo. No podemos olvidar a aquellos que no tuvieron otra alternativa que marcharse, ante la pasividad de unas instituciones, incapaces y en ocasiones insensibles ante la situación sufrida por quienes representan el futuro de nuestra sociedad.

— Nariño se está convirtiendo en una región donde los jóvenes no respetan al adulto mayor. ¿Qué hacer un tema tan sensible y preocupante. Un problema de salud pública?

- Creemos en una acción del estado con impulso de una agenda legislativo de cara a a Nariño y los nariñenses con capacidad de edificar un nuevo modelo urbano y rural. Un proyecto donde los jóvenes son fundamentales. El departamento requiere accesibilidad universal a demanda de las personas mayores y de movilidad reducida a los centros sanitarios en cada barrio, y un diseño amable y sostenible de todos los barrios, renovando los más viejos y dotando de servicios a los nuevos, sobre todo en las zonas golpeadas por la violencia. Es muy importante que sean los vecinos quienes decidan el futuro de sus barrios gestionando y marcando prioridades de al menos una parte de los recursos que se les asignen mediante la fórmula de los llamados presupuestos participativos. –es decir acompañaremos en ese ejercicio al gobernador de Nariño y a los alcaldes del departamento- Le apuesto a la trasparencia y la rendición de cuentas, que como servidor publico me propongo adelantar. Allí estarán siempre los jóvenes. El objetivo es crear cultura política.

— En su propuesta de trabajo legislativo, ¿están los jóvenes en tema específico como la movilidad?

- La movilidad es una necesidad a tomarse en serio. Un Verdadero Plan de Movilidad global en la ciudad ha de asegurar que todas las personas podamos ir y venir a todos los sitios, en especial a aquellos lugares donde se prestan los servicios básicos, de un modo sostenible y asequible.

Apostamos por los peatones, las bicicletas, el transporte público, incluido el taxi, en todos los barrios y para todos los barrios, y por realizar el estudio de viabilidad de la segunda línea de tranvía, a la vista del cual se determine su conveniencia, y en su caso, su mejor trazado. Creemos en un plan hecho por toda la ciudad, en un verdadero proceso participativo, con transparencia, y alejado de la opacidad con la que se ha venido actuando desde los despachos públicos. Una ciudadanía que se afirme solidaria tiene que defender el sustento y continuidad de su entorno para las futuras generaciones sin hipotecar su futuro como venimos haciéndolo. El derecho a vivir en un medio ambiente sano, equilibrado y seguro, a disfrutar de la biodiversidad presente en el mundo, debe hacer de nuestra ciudad un referente en la lucha contra el cambio climático y en la transición hacía la sostenibilidad.

La correcta gestión en los municipios de Nariño en un sector del medio ambiente, debe ser un paradigma transformador que defiende el derecho de las personas a un entorno saludable de manera sostenible, ecológica y socialmente justa, y a decidir acerca de nuestras políticas energéticas, agrícolas y alimentarias, así como sobre la gestión de los bienes y recursos naturales locales con las personas y la Naturaleza en el centro. Ello comporta también mejorar, cuanto antes, el ciclo integral del agua para que sea más eficiente y siempre pública, y conseguir una región amiga de los animales.