“Se le cuestiona su afán de contactar a un conductor falso que está completamente demostrado que nunca estuvo en el lugar de los hechos”, señaló.

Según ella, las actuaciones de Patiño siempre estuvieron encaminadas a “justificar” el asesinato del joven grafitero.

“El solo hecho que un general con una hoja de vida intachable y un ejemplo para miles de uniformados sea mencionado como presunto responsable de un fraude procesal, genera un manto de duda en su proceder”, aseguró.

Además, según la mamá del grafitero, su llamado “no obedece a un deseo ciego de represalias por parte de la familia de Diego Felipe”.

“Espero que los altos mandos de la Policía recapaciten y rectifiquen el comunicado en el cual justifican el asesinato de Diego Felipe (…) esperamos que pidan disculpas por todo el daño y dolor al cual nos han sometido durante 22 meses”, añadió la señora Lizarazo.

Y agregó: “No es honroso acabar con el buen nombre de un joven acosta de todo…es una gran traición a la Patria, actuar lejos de la moral y la ley. Les puedo asegurar como madre de Diego Felipe que ni mi familia ni yo descansaremos hasta que se sepa la verdad y que tras las rejas queden todos los responsables de este crimen”.

Según la defensa de la familia del grafitero, la Fiscalía tiene en sus manos las pruebas de dos testigos que cuentan que el día que el conductor Jorge Narváez fue a instaurar la denuncia del robo en su bus, el general Patiño lo convenció para alterar la fecha y acusar a Diego Felipe de ser el responsable del hecho.