Las políticas sociales pro equidad y solidaridad, deben ser la bandera de Colombia
Por Nancy Vergara, especial para NOVA (*)
Desde hace poco más de 8 años, he venido insistiendo públicamente que está en manos del Estado, el sector público, el sector privado y la academia repensar la sociedad y preparar para enfrentar con éxito los retos del siglo XXI. No me canso de expresar en todas las oportunidades que tengo (entrevistas, conferencias, columnas de opinión) que el principal patrimonio de Colombia es su gente.
En mi condición de ciudadana y presiente del Movimiento Firme con las Mujeres (con presencia en 32 departamentos) me acompaña la tarea a cambiar –en un giro de 360 grados- las creencias, prácticas, comportamientos y valores de la sociedad que han venido impactando negativamente su propio desarrollo.
Este hecho, en mi opinión nos ha impedido como sociedad y como nación en construir un país nuevo y diferente con el protagonismo de las regiones. En ese camino, bajo el respeto de la ley y la Constitución de 1991, haremos todo lo que sea necesario para contribuir a que las niñas, las jóvenes y las mujeres de la tercera edad se eleven como líderes, con una vocación de servicio desde lo local con acción global.
Durante mucho tiempo he reflexionado sobre los retos del país, tanto desde una perspectiva internacional como nacional. En ese contexto, el próximo presidente de la República, debe comprometerse a edificar políticas sociales pro equidad y solidaridad.
El primer paso, es fortalecer la democracia. Tenemos como sociedad una oportunidad este 27 de mayo, en el marco de la primera vuelta presidencial. Ese es un ejercicio de libertad individual, que está sustentado como un derecho en la carta política, que debe estar acompañado de la modernización del sistema educativo en los meses por venir.
En los próximos 4 años se debe poner en marcha cambios importantes para garantizar, por un lado, que los ciudadanos y ciudadanas tendrán la educación que requieren y merecen, más allá de su situación socioeconómica, y, por otro, que Colombia contará con profesionales y técnicos en las áreas de mayor relevancia para su desarrollo. Un reto no menor. Una reforma a la educación que debe partir desde los infantes hasta la educación superior.
En otras palabras, la educación como acción el Estado debe estar en el punto central de la acción en el Gobierno del sucesor del presidente Juan Manuel Santos a partir del 7 de agosto. No habrá progreso individual sin progreso colectivo. Que no puede haber bienestar perdurable donde unos pocos grupos privilegiados pierden el vínculo con los más desfavorecidos.
Esa nuestra manera de cambiar la realidad desde las regiones. El bienestar tiene que fundarse en el lazo común y en valores universales para que sea verdadero.
(*) Presidente, Movimiento Firme con las mujeres, @firmemujeres
