Judicial
Encontraron 14.000 dólares

La captura de alias "Tom", un golpe al narcotráfico y un logro más para Estados Unidos

Oficialmente, Carlos Chatas entró en el radar de las autoridades estadounidenses hace tres años, cuando su nombre apareció en la Lista Clinton.

El sábado pasado, en la finca La Casona del Ocaso, ubicada en El Peñol, Antioquia, la Policía lo encontró a alias Tom o Carlos Chatas, con un grupo de personas, entre ellos estaba John Jairo Velásquez, alias Popeye, el ex sicario de Pablo Escobar, celebrando su cumpleaños número 50. Por información que llevara a su captura, el gobierno de Estados Unidos empezó a ofrecer en julio de 2016 una recompensa de US$2 millones.

Oficialmente, Carlos Chatas entró en el radar de las autoridades estadounidenses hace tres años, cuando su nombre apareció en la Lista Clinton. Sin embargo, de su rol en la Oficina de Envigado sabían de tiempo atrás, pues se habían hecho claros sus nexos con hombres como Éricson Vargas Cardona, alias Sebastián, uno de los jefes de la Oficina de Envigado que “ascendió” en el mundo del crimen de la mano del ex jefe paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna. Sebastián fue capturado en 2012 y extraditado a Estados Unidos, y Mesa Vallejo fue su reemplazo.

“Desde que alias Sebastián fue capturado, la Policía supo que alias Tom lo sucedería. Hace un año y tres meses nos propusimos con un equipo de trabajo especializado, tanto a nivel regional como central, realizar la captura del sujeto en el 2017”, le contó a El Espectador uno de los investigadores de la Policía que participaron en el operativo de captura de Mesa Vallejo.

Que Popeye estuviera en este evento no fue sorpresa para los oficiales y suboficiales que realizaron el operativo. Por interceptaciones telefónicas, ya sabían que el hombre, quien recuperó su libertad en agosto de 2014, iba a estar ahí. En el operativo, los miembros de la Policía encontraron también US$14.000, dos pistolas, silenciadores y cachas de oro.

El destino de Popeye ahora es incierto, pues la Fiscalía le solicitó de inmediato al juez de ejecución de penas que tiene su expediente que revoque su libertad, pues se hallaba en un sitio con personas que portaban armas de fuego ilegalmente y tenían estupefacientes.

El domingo, hacia las once de la mañana, en el centro judicial La Alpujarra, en Medellín, un juez decretó que la captura de Mesa Vallejo había sido legal. En la audiencia de imputación de cargos por concierto para delinquir agravado, porte ilegal de armas y falsedad de documentos públicos, con agentes de la DEA a bordo, Tom no aceptó los delitos que le atribuyó la Fiscalía, que pidió detención preventiva en una cárcel de máxima seguridad o en un pabellón de extraditables. La audiencia fue a puerta cerrada. “Asuntos de seguridad nacional”, se ventiló como argumento.

Estados Unidos ha dejado en evidencia su interés por procesar dentro de su territorio a alias Tom o Carlos Chatas, quien el día de su captura celebraba su cumpleaños número 50. La investigación para dar con su paradero comenzó realmente este año, aunque tanto en Colombia como en Estados Unidos sabían que su perfil no era de poca monta. El gobierno de EE. UU. lo relacionaba también con los hermanos Pedro y Juan Santiago Gallón Henao, viejos conocidos del mundo criminal, cuyo chofer asesinó al futbolista Andrés Escobar.

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