Judicial
De la túnica a los barrotes

Exsacerdote condenado por el homicidio de su mujer e hija

El exsacerdote José Francey Díaz Toro, quien presuntamente asesinó hace seis años a su compañera sentimental y a su hija cuando era párroco del municipio de Mistrató Risaralda.

A 45 años y 10 meses de prisión fue condenado este miércoles, en primera instancia, el exsacerdote José Francey Díaz Toro, quien presuntamente asesinó hace seis años a su compañera sentimental y a su hija cuando era párroco del municipio de Mistrató Risaralda.

La jueza promiscua del circuito de Quinchía Risaralda, Marly Alderis Pérez, condenó a Díaz por el delito de homicidio. Él, según el veredicto de la jueza, con la complicidad de otro hombre, que ya había sido condenado a 18 años, asesinó con golpes en la cabeza con un mazo a las dos mujeres y luego transportó sus cadáveres a una orilla del río Guaticá, que divide las poblaciones de Anserma Caldas y Belén de Umbría Risaralda. En ese sitio bajó los cuerpos sin vida y les prendió fuego.

Los restos calcinados de las dos mujeres fueron hallados por unos campesinos y después se estableció que correspondían a los de la madre y su hija. Sus familiares las habían reportado como desaparecidas una semana antes.

Un investigador del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía en Anserma halló a unos metros de los cadáveres el negativo de una fotografía que fue clave para establecer que Díaz estaba presuntamente implicado en el doble crimen. En la fotografía, según el investigador del CTI, Evered Palacio, aparece el exsacedorte sentado, con una niña pequeña sobre una de sus piernas. Esa niña resultó ser su hija, a quien reconoció, es decir, le dio su apellido.

Antes del inicio de la audiencia y después de esta, Díaz, quien fue expulsado de la iglesia católica, afirmó con vehemencia que él no asesinó a su compañera sentimental y a su hija. "Yo no las maté, yo le pedí a alguien para que le metiera miedo (a su compañera); yo he cometido errores, pero no las maté", le dijo Díaz a este medio. Además, cuando la diligencia ya había concluido habló con un hermano de su compañera y le reiteró que él no las había matado.

Durante toda la audiencia, Díaz mantuvo su rostro tapado con sus manos y al comienzo estaba visiblemente nervioso, ya que no dejaba de moverse en su silla.

Luego de la que la jueza leyó la sentencia, además del defensor del exsacerdote, la Fiscalía y el defensor de las víctimas apelaron la decisión. El fiscal le explicó a este medio que la jueza "se equivocó en la tasación de la pena (la condena contra Díaz) "porque a mí me da que son 60 años" y por su parte, el defensor de las víctimas, la apeló porque, según él, la decisión que condena a la iglesia católica a reparar económicamente a los familiares de la mujer y su hija asesinadas, con 600 millones de pesos, está en firme y no se cayó como lo indicó la jueza.

Cabe recordar que el Tribunal Superior de Pereira, al que le correspondió revisar el caso en segunda instancia, luego de que fue apelado, ordenó volver a realizar el juicio porque estableció que la Fiscalía no podía realizar un preacuerdo con Díaz para que aceptara los cargos y se le rebajara la mitad de la pena, la cual quedó en 23 años, porque en este proceso está implicada una menor de edad y por esta razón no se pueden hacer ese tipo de arreglos.

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