Las corridas de toros son un tema de discusión muy polémico, pues por un lado sus partidarios la califican como en evento tradicional cultural e histórico, mientras que los defensores de los derechos de los animales dicen que es una práctica con la que se los tortura se abusa con toros para el voyeurismo público.

Al parecer esta es una práctica que se está “extinguiendo” en Bogotá, según dijo el Ministerio del Interior de Colombia en enero de este 2018, pues en la década pasada en la capital se vendían entre 50.000 y 70.000 entradas, y en el 2017 solo se vendieron 28.000, según cifras del Consorcio Colombia Taurina, citadas en un comunicado del MinInterior.

El tema es tan polémico en la capital colombiana, que se han presentado violentas manifestaciones contra la tauromaquia, tanto así que en la temporada taurina de 2017 fue necesario poner a 3.000 policías para garantizar la seguridad de los asistentes a las corridas, según el Ministerio del Interior.

Según la Sociedad Humana Internacional, cerca de 25.000 toros son asesinados durante las corridas de toros cada año. Colombia es uno de los ocho países —junto con España, Francia, Portugal, México, Venezuela, Perú y Ecuador— donde la tauromaquia es legal, dice esa organización. Las corridas de toros son prohibidas legalmente en muchos países como Argentina, Canadá, Cuba, Dinamarca, Italia y Gran Bretaña, según esa organización.

El Ministerio del Interior de Colombia lamentó en enero de este año que Colombia hiciera parte de ese grupo de países que llevan a cabo esta práctica, que calificó como una “expresión de violencia y crueldad contra los animales”.