NOVA Show
Del 2 al 6 de enero

Carnaval de Negros y Blancos de Pasto: 14 años como Patrimonio de la Humanidad

El periodista Carlos Villota Santacruz nos cuenta desde adentro cómo se vive el evento.
Colores, creatiividad, arte, vitalidad y ritmo se combinan en las calles de Pasto.
Hace 14 años, la fiesta popular -la cuarta en el mundo por su impacto cultural- tiene el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En palabras del alcalde de la capital del departamento de Nariño, Nicolás Toro, el Carnaval de Negros y Blancos, conecta a los ciudadanos con la naturaleza, con el mar, la sierra y la costa.
Durante los días del Carnaval de Negros y Blancos, el mensaje de espiritualidad en las carrozas, murgas y comparsas, siempre está presente.

Por Carlos Villota Santacruz (*) especial para NOVA

En la esquina sur de Colombia -frontera con el Ecuador- se vive del 2 al 6 de enero de cada año en las calles de la ciudad de Pasto, el Carnaval de Negros y Blancos. Hace 14 años, la fiesta popular -la cuarta en el mundo por su impacto cultural- tiene el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Por espacio de cinco días, el Carnaval es una puesta en escena a cielo abierto, gratuita para los turistas nacionales y extranjeros.

La senda del Carnaval de Negros y Blancos, abre sus puertas a los cultores y artistas que expresan su amor por la ciudad de Pasto, a través de imponentes carrozas llenas de color, magia y un mensaje lúdico que traspasa fronteras.

En palabras del alcalde de la capital del departamento de Nariño, Nicolás Toro, "el Carnaval de Negros y Blancos, conecta a los ciudadanos con la naturaleza, con el mar, la sierra y la costa de una región en Colombia bajo el grito de: ¡Viva Pasto, carajo!"

Cuenta la historia que la comunidad indígena Quillacinga, hace parte de las raíces del Carnaval de Negros y Blancos que tiene en los Colectivos Coreográficos, el homenaje a la cultura afrocolombiana y el desfile magno del 6 de enero como una autopista de romper la monotonía y elevar la alegría a estadios que superan la imaginación.

Durante los días del Carnaval de Negros y Blancos, el mensaje de espiritualidad en las carrozas, murgas y comparsas, siempre está presente. Los Quillacingas adoraban la mitología. Se plasma en cada puesta en escena de la fiesta popular.

De esta manera, cobra vida el juego del Carnaval y el arte efímero que se proyecta para los habitantes de la ciudad de Pasto, y los turistas que llegan de todos los rincones de Colombia y del mundo.

En materia de fauna, el colibrí la presentación de los Colectivos Coreográficos, bajo la música local y regional. Suenan quenas, sampoñas y flautas.

Es con los mulatos que el Carnaval de Negros y Blancos rompe el esquema social. Se une a los mestizos, a los indígenas y europeos que llegaron al municipio de Barbacoas en la década de los 30 y 40 en el siglo XX. En ese lugar de la geografía llegaron familias alemanas como los Hammerle, Wolf, Heise, Brainer, entre otros.

La carioca, el talco y el cosmético son el epicentro del Carnaval de Negros y Blancos -Patrimonio de Humanidad - la creatividad salta en cada carroza. La calidad de los trajes con finos detalles. Este en un trabajo de meses. Todo lo vale la pena para los cultores y artistas por desfilar por la senda del Carnaval.

Los turistas argentinos en el año 2024 en la ciudad de Pasto -un centenar- quedaron sorprendidos por la belleza de las carrozas. "Una cosa es ver el Carnaval en televisión y redes sociales. Otra es vivirlo en las calles en las faldas del Volcán Galeras", indicó Jorge Kempes.

Lo cierto es que nadie en la capital de Nariño se pierde lo días de Carnaval. Incluso se creó el museo de la fiesta popular en el barrio Pandiaco que se puede visitar a lo largo del año.

Este Carnaval es increíble señalan los jóvenes de América Latina, Europa, Asia y Estados Unidos. Son 14 años que la fiesta popular es Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Su arte pasa de generación en generación. Su impacto queda en la mente y el corazón de quienes lo viven. La persona que conoce el Carnaval, siempre regresará.

Le pasó a la familia Barrionuevo, de Argentina, que llegó en el año 2024 con ocho de sus integrantes. Su grito no es "Viva Boca, viva River”. Su grito es “¡Viva Pasto, carajo!”

(*) Internacionalista, experto en marketing de ciudad, marketing político, comunicador social y periodista. Escritor.

Lectores: 853

Envianos tu comentario