La tensión aumentó en el Golfo luego de que varios navíos fueron objeto de "actos de sabotaje", según Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU), mientras el jefe de la diplomacia estadounidense Mike Pompeo modificó su agenda para discutir sobre Irán con los responsables europeos.
El ministro saudita de Energía aseguró por su parte que las acciones contra los petroleros saudíes no provocaron ni víctimas ni marea negra pero sí "daños significativos a las estructuras de dos navíos".
"Estamos muy preocupados por el riesgo de que haya un conflicto por accidente a raíz de una escalada involuntaria en ambos lados", afirmó el canciller británico, Jeremy Hunt, antes de reunirse con sus homólogos europeos y Pompeo en Bruselas.
Más tarde el ministerio saudita de Exteriores "condenó" este "acto criminal" que supone una "seria amenaza" a la navegación marítima y "una incidencia nefasta para la paz y la seguridad regional e internacional".
El anuncio de estos incidentes por parte de dos aliados cercanos de Washington llega en un contexto de nuevas tensiones entre Estados Unidos e Irán tras el refuerzo de sanciones estadounidenses contra Teherán, que suspendió por su parte algunos de los compromisos sobre su programa nuclear.
