A menos de tres semanas que termine el período de sesiones ordinarias del Congreso, para el senador Manuel Enríquez Rosero –ex presidente de la comisión primera- se acerca la hora de cerrar una etapa de su vida pública, en una de las ramas del poder público en Colombia, que le acompañó en su crecimiento personal, profesional y político.

Este abogado, especializado en derecho Laboral y Magister en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales fue elegido por el Partido de la U en dos períodos consecutivos del 2010 al 2014 y del 2014 al 2018. En esta etapa de la historia del país, impulso iniciativas que hacen parte de las políticas públicas del Estado, como la creación del primer empleo para la juventud, el estatuto de la ciudadanía juvenil, la ley de pesca y acuicultura, al igual que la ley de justicia restaurativa, la verdad y reparación del daño de la infancia y la adolescencia entre otros.

Sus colegas como Hernán Andrade (Partido Conservador), Horacio Serpa (Partido Liberal); Roy Barreras (Partido de la U), José Obdulio Gaviria (Centro Democrático) y Roosvelt Rodríguez (Partido de la U) lo califican como “un senador estudioso, cumplidor de su trabajo legislativo y con una capacidad de liderazgo desde el departamento de Nariño, que elevo a esta región del pacifico ante la opinión pública nacional e internacional, gracias a sus proposiciones, constancias, debates y una diplomacia en su actuar dentro y fuera del Congreso”.

Fue ponente de la Ley de Trasparencia, que le permitió al Estado los procesos administrativos y abrió la puerta para que los ciudadanos, participen en los asuntos públicos. “En una sociedad globalizada y de la información, la trasparencia y rendición de cuentas es un derecho indispensable para el ejercicio pleno de la ciudadanía. Un servicio que debe ser resguardado y promovido por el Estado. Es un hecho cultural que hace parte de nuestra sociedad”, afirmó en varias oportunidades el senador.

Si algo se lleva en su corazón el senador Manuel Enríquez Rosero, es el apoyo de los nariñenses alrededor de su trabajo legislativo. “Estos años recorrí el departamento en más de un centenar de veces. Caminando, en lancha, en carro por aire. Sentí su historia, su patrimonio, su cultura. Dialogue con mis coterráneos en los sitios más hermosos de nuestra geografía como Tumaco, el santuario de las Lajas, La Cocha, Cumbal, Pasto, Túquerres, Ipiales, Chachagui, Samaniego, Pupiales. La Tola Linares, y la Unión, donde se respira literatura a través del poeta Aurelio Arturo”, resaltó Enríquez.

“Creo que en estos ocho años, tuve la oportunidad como ciudadano, de ejercer un senatoria de cara a Colombia y al departamento de Nariño, a través del voto. Es decir, el respaldo en las urnas. Apoyamos al Estado a consolidar la democracia, alentamos la participación ciudadana bajo el dialogo y la argumentación. Le dijimos no a la violencia y a los violentos. Facilitamos la rendición de cuentas por parte del Ejecutivo y el Congreso, Fortalecimos la identidad cultural de la tierra que me vio nacer, que hoy es casa de miles de niños, hombres y mujeres de muchos lugares del país y del mundo”, puntualizó en diálogo con NOVA.

En sus palabras, -con el asiento nariñense que caracteriza- ejercer la actividad legislativa es una oportunidad que jamás olvidará: ni él, su familia y las personas que acompañan su proyecto político. “Si algo dejo Manuel Enríquez Rosero – por su paso por el senado- fue el amor por Nariño, por Colombia. La promoción de los valores de familia. La protección de la libertad de expresión y edificar una nueva relación del Estado, el sector privado, la academia y los ciudadanos”, manifestó el senador electo Berner Zambrano.

También el saliente legislador del Partido de la U, levantó como bandera desde la Cámara Alta –un puente entre el Congreso y el Gobierno-en torno al campo, como eje de modelo de desarrollo social y económico. Estuvo presente en todos y cada una de las peticiones de los ciudadanos como, por ejemplo, fue interlocutor para el levantamiento de paros y el encuentro de soluciones a la crisis social y económica, que se tradujeron en documentos CONPES, la presencia de Satena con mayores frecuencias en la ruta Bogotá, Tumaco, Pasto e Ipiales.

“El desafío hacia futuro que tiene Nariño es construir sobre lo construido. Que se adate al constante cambio de una sociedad que tiene a las regiones como protagonistas. También interactúe con las nuevas generaciones de hombres y mujeres que edifican su día a día para un mejor mañana para ellos y sus familias”, anotó Manuel Enríquez Rosero.

Su tarea inmediata es acompañar a su departamento, en los retos y oportunidades que posee. “Es de mi interés y el equipo que me acompaña impulsar el turismo como sector de crecimiento económico. En mi sentir, es una fuente de desarrollo local que contribuye a promover el arraigo y a dinamizar los distintos sectores productivos. Genera también un impacto social positivo tanto en Pasto con en Tumaco. Nuestro departamento es diverso y Colombia debe crecer desde el sur. Manifestaciones culturales como el Carnaval de Negros y Blancos –Patrimonio de la Humanidad- y el Festival Internacional de Tríos: Ipiales Cuna de Grandes Tríos, son parte del mosaico cultural que nos acompaña desde la historia y que nos impulsa a seguir dialogando con los ciudadanos.

“Muchas gracias a todos y cada una de las personas que hicieron posible, que nuestra labor legislativa alcanzara la frontera pública, aplaudida y reconocida. A mis colegas de todas las bancadas. A los funcionarios del Congreso desde la Presidencia, la Secretaria General, los secretarios de comisiones de protocolo, la oficina de Información y Prensa, al igual que las personas de servicios Generales", resaltó el paralmentario.

Y continuó: "Particular agradecimiento a los funcionarios de la Comisión Primera del Senado, en cabeza de su secretario general Guillermo León Giraldo. Es, fue y será mi casa legislativa”, concluyó el senador Manuel Enríquez Rosero.