Según informó el funcionario, la decisión se tomó por la omisión en el cumplimiento de los deberes de supervisión que debió llevar a cabo la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), desde antes de que entrara a operar el nuevo esquema de aseo.

Sobre este punto los entes de control advirtieron que desde que se abrió la licitación, se hicieron advertencias por posibles irregularidades, como la forma en que se incluiría a la población recicladora, así como que dentro del nuevo esquema se estaría beneficiando a los operadores.

Específicamente, la Procuraduría dio la primera alerta el cuatro de febrero, cinco días después de que se declarara la emergencia sanitaria por el cese de actividades de los trabajadores de Aguas de Bogotá.

"Había que estar preparados", manifestó Carrillo al señalar que no se atendió oportuna ni adecuadamente las observaciones y alertas de la Personería, la Procuraduría y la Superintendencia.

Asimismo reiteró que tal como lo dijeron en días pasados la personera Distrital, Carmen Teresa Castañeda, y la Superintendente de Servicios, Rutty Paola Ortíz, no todo en la ciudad estaba en perfectas condiciones como lo dijo el Distrito, ni se cumplió con el plan de contingencia que se presentó a los entes de control, por lo que Castañeda faltó a la verdad sobre la implementación del nuevo esquema de aseo.

Al considerar esta una conducta que puede ser investigada disciplinariamente y dadas las condiciones que se han presentado en la ciudad en los últimos 20 días, se decidió abrir la investigación y suspender a Castañeda por tres meses con el fin de que no se obstruya la investigación.

El alcade Enrique Peñalosa se pronunció al respecto a través de Twitter y aseguró que respetará la decisión de la Procuraduría. "Respeto y acato la decisión del Procurador de suspender a Beatriz Elena Cárdenas, pero considero que ha hecho una excelente gestión con la transparente y exitosa licitación de recolección de basuras, que reducirá las tarifas y mejorará la limpieza de la ciudad"

Esto se da en medio de la crisis de las basuras que atraviesa la ciudad. Todo comenzó con el cese de actividades de los trabajadores de Aguas de Bogotá el pasado 31 de enero, quienes solicitaban al Distrito ser reubicados en otras empresas luego de que la entidad distrital quedara por fuera del nuevo esquema de aseo.

Tras un día de paro, en la ciudad se dejaron de recoger más de 2.000 toneladas de basura por lo que el alcalde Enrique Peñalosa declaró la emergencia sanitaria, con lo que pudo contratar a empresas privadas para recoger al basura en los lugares que se dejó de hacer.

El secretario de Hábitat anunció el 11 de febrero, horas antes de que entrara a regr el nuevo esquema, que estaba superada la emergencia por lo que ordenó levantarla. A la par la directora de la Uaesp anunció que esa semana, con la entrada en operación de las cinco nuevas empresas de aseo, todo volvería a la nomalidad.

No ocurrió así, a 10 días de implementado el nuevo esquema continúan las quejas y de acuerdo con el Distrito hay un operador, Promoambiental, encargado de las localidades al oriente de la ciudad, que ha tenido dificultades en la recolección de basuras.