El magnate inmobiliario con un poco más de 58 millones de votos,dejó con la boca abierta al país al romper los pronósticos y ganar el lugar más importante de la Casa Blanca, sin haber ocupado jamás un cargo público.
El sorpresivo triunfo de Trump, sacudió a los mercados financieros, al establishment político, económico y cultural del país, y puso en riesgo el legado de Barack Obama. Al ganar con 247 frente a 188 en la Cámara de representantes, los republicanos gozarán de un poder casi absoluto.
Trump ganó en Florida, Ohio, Pensilvania y Wisconsin, los más estados más importantes y los que le brindaron la ventaja casi decisiva para los 270 votos que necesitaba.
A través de su cuenta de twitter, cuando ya era un hecho su triunfo publicó: "¡Qué noche tan hermosa e importante! El hombre y la mujer olvidados nunca más serán olvidados. Estaremos más unidos que nunca".
Ni sus polémicas declaraciones en el ámbito público y privado con un fuerte trasfondo xenófobo, racista y nacionalista; ni el rechazo del propio Partido Republicano, de la prensa y el establishment político y económico del país pudieron frenar el triunfo del empresario.