Nacionales
En un ejercicio de participación ciudadana

Nariño, le apunta a crear base sólida en su economía, fortaleciendo la infraestructura

Este diagnóstico se confirmó en la segunda semana del mes de febrero de 2017.

La desaceleración del crecimiento económico, la inseguridad generalizada y la inestabilidad predominante en la economía del departamento de Nariño por más de cinco décadas, ha producido efectos desfavorables sobre el empleo, la estabilidad laboral, el ingreso real de las personas y la calidad de vida de la población.

Este diagnóstico se confirmó en la segunda semana del mes de febrero de 2017, a través de la socialización de la vía Rumichaca-Pasto con participación de autoridades gubernamentales, directivas de la Agencia Nacional de Infraestructura-ANI, representantes de la Concesionaria Vial Unión Sur, congresistas (Senado y Cámara), diputados, concejales, el sector gremial, productivo, académico, la dirigencia comunitaria y medios de comunicación.

En un ejercicio de participación ciudadana, el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, se acerca y le toma el pulso a esta región de Colombia –que será clave en la construcción del posconflicto- que experimenta una crisis del sector agropecuario, la expulsión de la población de las zonas de violencia, en particular de la ciudad e Tumaco, al que se suma la insuficiencia de alternativas reales de desarrollo.

Este sábado, los habitantes del departamento de Nariño, demandan que el Estado pase de las palabras y el diagnóstico a la acción, a través de la asociación del sector público y privado, que facilite la terminación de la vía Rumichaca-Pasto “El proyecto comprende la construcción de una segunda calzada que tiene una longitud de cerca de 80 kilómetros. Se duplicará la calzada entre el Intercambiador Sur de la Variante de Ipiales hasta conectar con la Variante Oriental de Pasto para favorecer el tráfico de larga distancia con velocidad de diseño de 60 kilómetros por hora”

La carretera Rumichaca - Pasto tiene una inversión estimada de $1.6 billones de pesos, generará cerca de 5.500 empleos directos en la etapa de construcción y beneficiará a más de 600.000 personas de la zona aledaña a esta vía.

Los estudios de la Agencia Nacional de Infraestructura, hizo visible a la opinión público de las ciudades de Ipiales y Pasto que la obra le permitirá –a la región- tener conexión con el sur del país y, a su vez, con el vecino Ecuador, lo que dinamizaría la economía binacional El corredor reducirá de 2 a 1 hora el tiempo de recorrido entre Pasto y el punto fronterizo de Rumichaca.

Este proyecto contempla la construcción de una segunda calzada de 80 kilómetros entre Ipiales y Catambuco, como también seis intersecciones viales, 2,6 kilómetros de túneles y 1,5 kilómetros entre puentes, pontones y viaductos. Las obras que unirán los municipios de Rumichaca, Pupiales, Gualmatan, Ipiales, Iles, El Pedragal, Funes y Pasto, también incluyen la construcción de las variantes de Ipiales, Las Cruces, San Juan y Pedregal.

Este proyecto comprende la construcción de una segunda calzada que tiene una longitud de cerca de 80 kilómetros. Se duplicará la calzada entre el Intercambiador Sur de la Variante de Ipiales hasta conectar con la Variante Oriental de Pasto para favorecer el tráfico de larga distancia con velocidad de diseño de 60 kilómetros por hora.

El Gobierno –en la socialización- anticipó que la ejecución de las obra culminará en el año 2021. La misma, se iniciará con la rehabilitación en el Tramo Catambuco-Pasto que comprende más de 5 kilómetros; en cuyo trayecto se definirá si se realizará solamente la re-pavimentación como lo pretende la Concesionaria, o el mejoramiento vial como lo considera la ANI.

Esta posición es defendida por el Alcalde de Pasto Pedro Vicente Obando, que tiene el apoyo de varios sectores de la ciudad. “Históricamente el departamento de Nariño se encuentra con serias falencias de comunicación entre sí, no solo desde el punto de vista cuantitativo sino cualitativo. En un gran total de vías y caminos de poco más de 5.000 k,, más del 85 por ciento están destapadas y deterioradas”, afirma

Es decir, se abre la posibilidad de una nueva relación entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil. En ese contexto la academia y los gremios jugarán un papel fundamental, en el propósito que el departamento enfrente con texto los retos del desarrollo sostenible, a través de la puesta en marcha de obras de infraestructura, con una acción abierta a la implementación de equidad social.

Ese es por ejemplo, el sentir del Representante a la Cámara Hernán Gustavo Estupiñán quién recordó que “Nariño es un departamento con historia, patrimonio y una riqueza humana, cultural y ambiental inigualable en Colombia. Nariño puede ser la gran plataforma logística del país Con la vía Rumichaca-Pasto se abre una puerta de ahorro sustancial en tiempo y en costo de traslado de los bienes que integran la producción regional”.

Es evidente, que los nariñenses se miran así mismo de otra manera. Esa es la invitación al Gobierno “Nariño tiene las capacidades necesarias para enfrentar los desafíos del crecimiento económico, para generar más y mejores empleos y para lograr mayores niveles de desarrollo”

El Estado debe utilizar todas las herramientas de las que dispone en cristalizar el proyecto vial de Rumichaca-Pasto con decisión, con visión estratégica y proyección. Si el Gobierno Santos quiere hacer viable la paz –que durará en su implementación 20 años- debe apoyar a Nariño, que sustenta su potencial en su diversidad regional (sierra y costa). Es hora devolverles el protagonismo a sus habitantes. “Por ahora, se unen a un proyecto de infraestructura que es vital para su futuro desde la frontera colombo-ecuatoriana, porque saben que unidos hacen más, que cada uno por su lado”.

Lectores: 239

Envianos tu comentario