Para el ex Ministro de Estado el camino de llegar a la paz no solo se puede concentrar en la firma de un proceso de diálogo con las FARC en La Habana, en Cuba, sino con todos los sectores, incluidos los que han sido participes de la violencia y que hoy, no están representados en la mesa. “En esa tarea, la firma de la paz debe contar con la presencia del ex presidente Álvaro Uribe”, sostuvo.

Para Leyva Durán es prioritario –en la Colombia el siglo XXI- que el Acuerdo de Paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC se extienda a otros actores. “De no llevarse a efecto, sería como firmar la paz con un grupito, pero no sería la paz nacional”, sostuvo

Si se repasa su larga vida pública, a los 28 años, el presidente Misael Pastrana lo nombró su secretario privado. De ahí vino una larga y sólida amistad. Tanto que cuando éste murió, Leyva fue uno de los pocos presentes que no eran de la familia. En 1973 comenzó a hacer política por los pueblos de Cundinamarca. Fue concejal de Agua de Dios, Gachetá, Guasca, Guatemala, Albán y Caparrapí, entre otros; diputado del departamento.

En 1978 llega a la Cámara, junto con Jaime Arias, conservador pastranista, fueron los grandes electores de esa zona. En 1982 salió elegido al Senado, con más de 100.000 votos. Como cuota pastranista, fue designado ministro de Minas de Betancur en 1984. Retornó a su curul y fue reelegido en el 86.

Se lanzó como precandidato a la Presidencia, pero no prosperó su idea de la consulta popular. Esto le significó un distanciamiento con Pastrana que se superó con el tiempo y Leyva se convirtió en figura clave para Andrés Pastrana y su naciente proceso de paz.

El pasado mes de noviembre de 2013 desde Bogotá, Leyva Durán presentó una propuesta de paz al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, donde habló del desarme y la desactivación de minas antipersonales, beneficios judiciales para los miembros de la guerrilla tras la firma del acuerdo definitivo de paz que también serían otorgados a los agentes de las Fuerzas del Estado.

En uno de los apartes del documento, planteó la participación en el proceso de paz colombiano de otros países y fuerzas internacionales como Estados Unidos, México, Perú, Bolivia o la Unión Europea, con el fin de deliberar acerca de la problemática del tráfico ilegal de drogas en su país.